Ataques de Pánico

Ataques de Pánico

Un ataque de pánico son oleadas abruptas de miedo intenso o malestar profundo que alcanzan un pico en minutos, acompañadas de síntomas físicos y/o cognitivos. Se pueden llegar a experimentar cuando la persona se enfrenta a una situación inesperada en la que es rebasada por el miedo que dicha situación u objeto le provoca.

De acuerdo con la American Psychiatric Association (2013), los síntomas que se llegan a experimentar pueden ser diferentes en cada persona, por ejemplo: sudoración, dolor o malestar en el pecho, temblores, taquicardia, náuseas o malestar abdominal, parestesias (entumecimiento u hormigueo), miedo a perder el control, desrealización (sentimientos de irrealidad) o despersonalización (desapego de uno mismo), escalofríos o sensaciones de calor, entre otros.

Las posibles causas se pueden dividir en temperamental, ya que puede existir una predisposición a experimentar emociones negativas y sensibilidad a la ansiedad ambiental, debido a experiencias traumáticas en la infancia y estresores interpersonales previos al ataque de pánico o, bien, genético y fisiológico, pues existe un mayor riesgo de trastorno de pánico entre los hijos de padres con trastornos de ansiedad, depresivos y bipolares.

Las personas al experimentar un ataque de pánico llegan a pensar que van a morir, pues los síntomas antes mencionados se presentan al mismo tiempo, no se presentan todos o los mismos en todas las personas, sin embargo, la mayoría de ellos generan en el cuerpo una sensación desagradable, estos se desencadenan en cuestión de minutos y se pueden experimentar en diferentes escenarios.

Por tal motivo, es importante ser conscientes de que un ataque de pánico no puede causar la muerte, físicamente son inofensivos, aunque emocionalmente son aterradores. Creer que estás en riesgo de morir por algún ataque cardiaco debido al dolor de pecho, sólo aumentará la intensidad de los síntomas, por ende, será más complicado llegar a estabilizarse. Es frecuente que las personas acudan a un médico, debido a que no identifican que es un padecimiento emocional y no físico.

El cerebro lo interpreta como un peligro existente, aunque en realidad no lo sea, y le manda señales al cuerpo de huida o lucha, es una sensación similar a la que puede experimentar cualquier ser humano frente a una persona que intenta hacerle daño.

Sin embargo, en este caso, el miedo tan intenso que puede provocar en alguien hacer un examen, tener una entrevista de trabajo o hablar en público, por mencionar algunos ejemplos, puede detonar un ataque de pánico; sufriendo de la misma manera porque el cerebro le manda falsas señales al cuerpo.

Después de sufrir un ataque de pánico se puede generar en la persona una angustia constante por creer que va a experimentar nuevamente esa sensación. Por esta razón, es indispensable la psicoterapia para que la persona comprenda el por qué está experimentando esos ataques y adquiera las herramientas necesarias para abordar esta problemática, ya que, al no atender esta situación o al automedicarse para combatir de manera inmediata los síntomas, se pueden complicar las cosas y generar otros trastornos psicológicos, además de perder el disfrute de la vida por el miedo y la preocupación constante.

Bibliografía y referencias.

  • American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (Fifth ed.). London: American Psychiatric Publishing.

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